Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… Mateo 28:19
Cumplir la gran comisión es sin dudas el más grande privilegio de un cristiano sobre la faz de la tierra. La República Dominicana ha sido bendecida por el amor y la generosidad de Dios y por la idea de nuestros primeros misioneros de extender el manto de la gloria de Dios en nuestro país, sin dudas, amados lectores, sembrar la semilla del evangelio en una nación da frutos, cumplir con la gran comisión da frutos y nuestra denominación es una muestra de eso.
Somos herederos de ese gran trabajo hecho por nuestros primeros misioneros y en nuestra Iglesia arde el deseo de emular las acciones de nuestros predecesores, queremos discipular a la República Dominicana.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2Timoteo 1:7
Hacia el año 1947 la República Dominicana era gobernada por Trujillo, un dictador de mano dura, en esa época decir “voy a la República Dominicana a predicar el evangelio de Cristo” era algo bastante peligroso, nuestros primeros misioneros no pensaron en los riesgos a los que ellos y sus familiares podían ser expuestos, sus vidas corrían peligro, sin embargo el amor a Dios, al evangelio y su firme convicción les inspiraron a venir a nuestro país. El Espíritu Santo los guío a fundar Iglesias en este lado de la isla la hispaniola.
Según nos narra Don Elíseo Pérez, primer miembro de la Iglesia Evangélica Misionera en nuestro país, el nombre de nuestra denominación en sus inicios fue Iglesia Evangélica Misionera Fronteriza, esto así hasta la posterior incorporación de la misma al Estado Dominicano, en esa época no existía World Partners y aún nuestra denominación en Estados Unidos no era llamada “The Missionary Church”, este nombre surge en 1969, como se puede apreciar en la foto ese era el nombre de nuestra iglesia en sus orígenes.
Las primeras ciudades en que la Iglesia inició sus trabajos fueron Dajabón, Loma de Cabrera, Manzanillo; el esfuerzo del trabajo de nuestros misioneros se concentró en estos pueblos. La idea de llevar a lo más recóndito de nuestra frontera un mensaje de esperanza fue la estrategia usada por la Iglesia en nuestro país, centrándose en el desarrollo de actividades comunitarias, conocer la comunidad, darse a conocer en los pueblos, estudios Bíblicos, entre otras. Poco a poco nuestros misioneros fueron ganando un espacio en la comunidad para ganar para Cristo a los que más adelante se encargarían de iniciar el trabajo de misiones locales.
Nuestros misioneros se concentraron en trabajar con un liderazgo que surgía prácticamente de la nada, hicieron un gran trabajo de evangelismo y de discipulado incentivando a la formación de discípulos y la formación en el área misionera local para poder expandir a otras ciudades el mensaje de Cristo.